La práctica de la cuaresma se tiene registrada desde el siglo IV que es cuando tomo más importancia. San León la define como “un retiro colectivo de cuarenta días, durante los cuales la iglesia, se prepara para las celebraciones pascuales con la purificación del corazón” Para realizar una renovación interior recurren al ayuno y la abstinencia.
El ayuno consiste en realizar solo tres comidas ligeras. Originalmente consistía en agua simple y pan, actualmente se considera ayuno al consumo de una bebida y una pequeña porción de alimento solidó, el mismo día que se ayuna se sigue la abstinencia; estos días son el miércoles de ceniza y el viernes Santo.
La abstinencia se ha modificado a lo largo de los años, seguir la cuaresma implica consumir pescado y evitar el consumo de carne principalmente roja (cerdo, res, cordero y mamíferos provenientes de la caza). Antes la carne roja era solo consumida por la nobleza y significaba un gran sacrificio dejar de consumirla. Se propuso el consumo del pescado que era el alimento de los pobres. El propósito fue buscar el desprendimiento de los placeres y de lo material para así lograr una reflexión de vida y recordar el sufrimiento de Jesús. También se considera que la prohibición para comer carnes “rojas” se asociaba con el placer, la lujuria y lo mundano.
La cuaresma es una celebración católica que forma parte del año litúrgico, inicia el miércoles de Ceniza y termina el domingo de Ramos, el inicio de la Pascua. Su duración es de cuarenta días pues simboliza el rito de Jesús al desierto para la preparación de la pasión y muerte; también representa los cuarenta días que duró el diluvio y los cuarenta años que el pueblo judío caminó por el desierto.