Después de la fiestas de Diciembre

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Después de la fiestas de Diciembre

Hace un mes, más o menos, los jeans de una amiga, se ajustaban perfectamente a su cintura, cadera y muslos, y aunque no es una modelo, sí lucía bien, digo, como una persona normal.

En cambio, actualmente esos mismos vaqueros parecen a punto de reventar. Si se le mira de espaldas, unos “rollitos” extraños rodean su cintura y se pueden ver incluso a través de la ropa; si se le mira de frente, un generoso abdomen sobresale de su pantalón.

Y aunque desde luego que sufre por esos kilos ganados durante las fiestas decembrinas, en las cuales no limitó el consumo de pan, dulces, botanas, cocteles, refrescos, porciones de comida y cualquier antojito que se encontraba en su camino, todavía relata con orgullo que ha partido cinco o seis roscas de Reyes, tomando de cada una, ¡hasta dos o tres porciones!

¿Ya acabaron las fiestas y voy a limitarme, lo juro?, lo repite cada vez que un bocado está a punto de ser engullido.

Sólo estoy esperando que pase el dos de febrero porque tengo algunas reuniones pactadas para comer tamales… Es que, les juro -nos dice- no puedo faltar, si a mí me tocó el niño y ni modo de fallarles, ¿verdad?

¿Para qué empiezo ahora la dieta si la voy a romper en dos semanas que sea el Día de la Candelaria. En tal caso, mejor me espero y luego ya me preocupo.?

¿DIETA, QUÉ ES ESO?

dietaClaro, eso nos dice, pero quienes la conocemos sabemos que la dieta la iniciará, siendo optimistas, hasta que termine el próximo mes, pues todavía falta celebrar el 14 de febrero, que lo hacemos con una comida o cena en la que el postre es el invitado especial, así como el encuentro romántico con su novio, quien es amante de las pastas, aderezadas con porciones más que normales de queso parmesano.

Por cierto, ¿has revisado la tabla nutricional al reverso y has visto cuántas calorías contiene? Sería bueno que lo hicieras y, luego, que recordaras la cantidad cuando vuelvas a comerlo, porque parece inofensivo y hasta divertido que le pidas al mesero que te sirva un poco más, pero si vas sumando calorías, comprobarás que no lo es tanto.

En fin, que las personas somos raras porque, retomando el caso de mi amiga, si ya sabe que tarde o temprano deberá reducir su consumo de carbohidratos, azúcares y grasas, nadie entiende por qué cuando termina de comer o cuando ve su abultado vientre, se queja de que subió nada menos que cuatro kilos durante diciembre y lo que va de enero.

LA ¿CRUDA? REALIDAD

crudaEs decir, le pega una especie de ¿cruda?, en la que se arrepiente y se atormenta; jura que esta comilona pronto va a terminar; sin embargo, mientras eso ocurre, es como el borracho, que no puede evitar tomar y aunque después se sienta mal, tanto por los efectos del alcohol, como por el arrepentimiento, seguramente lo vuelve a hacer.

Pero estoy convencida de que mi amiga no es la única que atraviesa por estas circunstancias, pues todos, por lo menos alguna vez, nos hemos extralimitado en la comida y luego parecemos ¿almas en pena?, viendo cómo perder esos kilos.

De hecho, los especialistas en nutrición señalan que las consultas se incrementan en este mes de 22 hasta 25 por ciento.

María Teresa Lass Bernal, Licenciada en Nutrición, y directora de la Clínica Lass Procesos para la Nutrición Perfecta, ubicada en la colonia Nápoles del DF, nos cuenta que, como cada año, en enero se incrementa el número de personas que llegan a su consultorio con el deseo de eliminar de su cuerpo esos excesos ganados.

¿Lo primero? dice-, es detectar a qué se debe el incremento, si a la retención de líquidos o a que aumentó el porcentaje de grasa corporal.

¿Cuando se trata de lo segundo, si es un paciente frecuente, retomamos y ajustamos el régimen alimenticio que ya tenía; si es un paciente nuevo, se le diseña una dieta personalizada.

¿Todos los que llegan saben que ?pecaron? y se excedieron, de modo que son disciplinados con el régimen alimenticio y con los ejercicios que se les sugieren. Desde luego, no bajan de un día para otro, pero con constancia, los resultados se pueden ver después de unas semanas?, explica la especialista.

¡A QUEMAR GRASA!

ejercicioRetomando la vida de mi amiga, en su afán de eliminar esas llantitas, también está reconsiderando asistir de nuevo al gimnasio que está cerca de su casa.

Y no me parece raro, porque al igual que los consultorios de los nutriólogos, también los gimnasios se llenan de gente que desea eliminar esas antiestéticas llantitas.

Dulce Adriana López Jiménez, entrenadora del Centro Qi en la Condesa, nos confirma que durante el primer trimestre de cada año se incrementa considerablemente el número de personas que se inscriben a las clases que se ofrecen.

¿Ya lo sabemos, eso pasa cada año. Durante enero, febrero y todavía en marzo, se duplica la cantidad de personas que asisten, es decir, tenemos un incremento de 100 por ciento. La mayoría de ellas busca sesiones de ejercicios cardiovasculares, es decir, aeróbicos, que son los que queman más rápido la grasa?.

Lo curioso, pero que también ocurre año con año, es que a partir de junio o julio, la gente deja de asistir al gimnasio; de septiembre a diciembre sólo los más disciplinados continúan con las rutina de entrenamiento.

¿Es normal -advierte Dulce-; después de diciembre, la gente tiene remordimiento y corre a buscarnos. Cuando considera que ya logró su objetivo y que ya está en su peso habitual, empieza a faltar a las sesiones y llega el momento en que de plano no viene. Claro, hasta el siguiente enero?, señala divertida.

Desde luego que si a lo largo del año cuidáramos nuestra alimentación y nos ejercitáramos, sería más fácil controlar nuestros impulsos en diciembre, pero, aquí entre nos, ¿a poco tú sí te cuidas todo el año?